Chita, la mejor amiga de Tarzán, murió a los 80 años
El icónico primate realmente era macho y se llamaba Jiggs. Falleció en Florida tras sufrir una insuficencia renal
Chita no era mona, era mono y se llamaba Jiggs. Tenía 80 años y acaba de dejar esta selva de cemento tras sufrir una insuficiencia renal en la reserva de Florida en la que vivía.
Jiggs no fue el único primate que interpretó en el cine a la icónica compañera del Tarzán más icónico de todos los tiempos (interpretado por Johnny Weismuller), pero sí era el único que seguía con vida.
El buen Jiggs acompañó a Weismuller en cintas como “Tarzán y su compañera”, “La fuga de Tarzán”, “Tarzán y su hijo” (1939) y “Tarzán en Nueva York” (1942). En la primera de la saga, “Tarzán de los monos” (1932), Chita fue interpretada por otro chimpancé.
Pero tras dejar al hombre mono, Jiggs continuó su estrellada carrera, participando en filmes como “Dr. Doolittle” y en múltiples comerciales, siempre de la mano de su buen entrenador, Dan Westfalla, quien fundó C.H.E.E.T.A, una asociación dedicada al cuidado de simios retirados del mundo del espectáculo.
Jiggs tenía una peculiar forma de expresar su desagrado ante un hecho o una persona, cuenta Ron Priest, quien trabaja en el santuario donde vivía el famoso chimpancé. “Agarraba algo de sus excrementos y se los arrojaba. Podía lanzarlo hasta unos nueve metros a través de las barras de su jaula, evocó el voluntario.
Divertida, pícara siempre fiel. Chita se nos fue para siempre. Probablemente hoy haya vuelto a caminar junto a su amo, su buen Tarzán
Jiggs no fue el único primate que interpretó en el cine a la icónica compañera del Tarzán más icónico de todos los tiempos (interpretado por Johnny Weismuller), pero sí era el único que seguía con vida.
El buen Jiggs acompañó a Weismuller en cintas como “Tarzán y su compañera”, “La fuga de Tarzán”, “Tarzán y su hijo” (1939) y “Tarzán en Nueva York” (1942). En la primera de la saga, “Tarzán de los monos” (1932), Chita fue interpretada por otro chimpancé.
Pero tras dejar al hombre mono, Jiggs continuó su estrellada carrera, participando en filmes como “Dr. Doolittle” y en múltiples comerciales, siempre de la mano de su buen entrenador, Dan Westfalla, quien fundó C.H.E.E.T.A, una asociación dedicada al cuidado de simios retirados del mundo del espectáculo.
Jiggs tenía una peculiar forma de expresar su desagrado ante un hecho o una persona, cuenta Ron Priest, quien trabaja en el santuario donde vivía el famoso chimpancé. “Agarraba algo de sus excrementos y se los arrojaba. Podía lanzarlo hasta unos nueve metros a través de las barras de su jaula, evocó el voluntario.
Divertida, pícara siempre fiel. Chita se nos fue para siempre. Probablemente hoy haya vuelto a caminar junto a su amo, su buen Tarzán
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