FELIZ DIA DEL POLLO A LA BRASA QUE COMAN RICO SABADO 14 DE JULIO....EN FAMILIA Y AMIGOS.....
Conoce al "padre" del pollo a la brasa, el spiedo
Desde la época medieval se utilizó esta forma de rostizar las carnes. En 1950, dos suizos afincados en el Perú crearon la técnica que produjo nuestra delicia
Pollo al spiedo hecho en Italia. (Captura YouTube)
Para en seco. Mira al frente y abre la boca por la sorpresa. Frente a ella se cocina un ave que luce prácticamente igual, aunque considerablemente menos dorado, que su queridísimo pollo a la brasa. ¿Pero cómo llegó este a viajar hasta el patio de comidas de un supermercado en un pueblito alemán? “Es ist aus Perú”, le dice emocionada a quien atiende. “Nein”, le contesta la cocinera negando con la cabeza. Luego le pregunta qué es Perú. Finalmente, le explica que es simplemente pollo al spiedo. “¿Al qué?” Al spiedo, nada más y nada menos que el “padre” del pollo que un día creyó creación absolutamente propia de nuestro país. Este domingo se celebrará el Día del pollo a la brasa. Es tiempo de conocer quién fue el antiquísimo padre de nuestra delicia para chuparse los dedos.
El spiedo es una técnica que abarca una gran variedad de métodos y tipos de cocción pero, en líneas generales consiste en atravesar las carnes (ya sea pollo, chancho, cordero, carnes de res, etc.) con una varilla de metal larga y delgada. Luego los productos son asados, generalmente haciéndolos girar frente, debajo o sobre una fuente de calor.
Además, esta forma de cocinar no es una invención moderna. Según los historiadores, se practica desde la época medieval y en los hogares numerosos era una de las formas preferidas de cocinar. El encargado tenía que girar lentamente una palanca metálica, lo que hacía que la varilla diera vueltas y la carne se cocinara lentamente al fuego. Actualmente por lo general los son girados por motores eléctricos.
Por ejemplo, en Brasil los famosos Rodizios utilizan una variante del spiedo, aunque la verdad es que esta técnica se utiliza alrededor del mundo.
CUANDO EL HORNO HACE LA DIFERENCIA
En 1950 el suizo Roger Schuler operaba un pequeño restaurante, donde vendía pollos al spiedo. “Un día le pidieron, con dos meses de anticipación un banquete para 30 personas y se dio cuenta de que eso era imposible, pero su formalidad le impedía desairar el pedido. Entonces le encargó a (su compatriota) Franz Ulrich un sistema para cocinar varios pollos a la vez y Ulrich creó el hoy famoso horno de pollos a la brasa”, contó a El Comercio Jimmy Schuler, el hijo del fundador de la Granja Azul.
En 1950 el suizo Roger Schuler operaba un pequeño restaurante, donde vendía pollos al spiedo. “Un día le pidieron, con dos meses de anticipación un banquete para 30 personas y se dio cuenta de que eso era imposible, pero su formalidad le impedía desairar el pedido. Entonces le encargó a (su compatriota) Franz Ulrich un sistema para cocinar varios pollos a la vez y Ulrich creó el hoy famoso horno de pollos a la brasa”, contó a El Comercio Jimmy Schuler, el hijo del fundador de la Granja Azul.
Ulrich, experto en metalmecánica, creó un sistema más desarrollado que el spiedo, el cual estaba además inspirado en el sistema solar: además de que la carne rotara, añadió un sistema de traslación, lo que permitía cocinar de forma uniforme cerca de 30 pollos al calor de las brasas. Así, los pollos no solo girabas sobre su propio eje, sino que también se alejaban y acercaban a la fuente de calor. Además, el horno ideado por el suizo permitió que la grasa del pollo vuelva a la carne.
Hoy la sabrosa máquina que nos regaló a nuestro engreído ha ido variando. Además, la condimentación del pollo, que en un principio era bastante básica, también fue mutando, aunque en la actualidad muchas de las más conocidas pollerías guardan bajo siete llaves sus recetas
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario