La peculiaridad de la manera de ser,
hace a las personas simpáticas atractivas
y deseables para los demás.
No tiene nada que ver con la estatura,
la silueta ni la belleza.
Es la persona en si con su sencillez
la que nos atrae a los demás como si fuese un imán.
Todo lo que somos surge de nuestros pensamientos
y con ellos construimos nuestro mundo,
con pensamientos llenos de confianza
crearemos un mundo mejor,
aunque si no ponemos de nuestra voluntad,
no va a resultarnos fácil atravesar los obstáculos
por los que atravesaremos, ya sean grandes
o pequeños, según nuestra visión.
Tenemos dos maneras de ser,
una es la del perdedor y la otra,
la que está llena de confianza,
aunque el destino conforma las circunstancias,
la reacción dependerá de nuestra forma de ser
y de no dejarnos obstaculizar por ellas.
"NO ES EL FRACASO LO QUE MERMARÁ TUS FUERZAS, SINO LA APATÍA"
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