14 de octubre de 2011

Tener sexo adelgaza y reemplaza la ansiedad por comer

El sexing: la mejor dieta

tener sexo calma la ansiedad por comer y, lo mejor de todo, al hacerlo unas tres veces por semana se pueden quemar 7.500 calorías al año.

Los estadounidenses, que adoran poner nombres raros a cualquier cosa, lo llaman “sexing”, que no es otra cosa que el ejercicio físico incluido en las  relaciones sexuales.
Las dietas y ejercicios usuales para bajar de peso son no solo sacrificados, sino, a menudo, aburridos, pero el “sexing” es, por supuesto, una suma de placeres que, de paso, trae el beneficio de adelgazar.
Según el británico Richard Smith, director durante 13 años de The British Medical Journal, y autor del best seller Cómo adelgazar follando (editorial Debolsillo), el aumento de peso en muchos casos se puede atribuir a la falta de actividad sexual, puesto  que el sexo no solo puede reemplazar el ansia por comer, sino que es un ejercicio físico tan bueno como cualquier otro.
Por ejemplo, al desvestir a la pareja una persona normal puede quemar entre 120 a 180 calorías y un orgasmo puede llegar a consumir 160. Las caricias consumen 20 calorías, realizar un striptease, 60 calorías, con la postura del misionero se eliminan 240 calorías y con otras se pueden desechar de 200 a 400.
La tesis de partida es que los movimientos pélvicos, la aceleración de la respiración, el incremento de los latidos del corazón, la dilatación de los vasos sanguíneos en la región de los genitales y los espasmos musculares cuando llega el orgasmo, gastan una cantidad de energía similar a la que se puede consumir practicando ejercicio físico.
En concreto, Smith calcula que en una relación de 20 minutos se consumen aproximadamente 150 calorías, más que jugando media hora badminton (125 calorías), golf (108) e igual que paseando rápido o pedaleando durante 30 minutos.
El importante gasto calórico se debe a varios factores, entre ellos el roce que hay entre los amantes. La fricción lleva a un ajuste térmico que se genera debido al mecanismo de termorregulación del cuerpo, lo que acelera el metabolismo.
En suma, los beneficios de tener sexo son comparables a los de asistir con frecuencia al gimnasio y, encima, tienen la ventaja de que no hay que ponerse incómodos atuendos ni apretados leotardos, sino que son mejores cuando mayor sea la desnudez.
Y, como en los gimnasios, la frecuencia es fundamental y, aunque al principio le parezca que tener sexo a menudo es un poco agotador, la práctica hará que usted (y su pareja, por su supuesto) siempre quiera más.
Entonces, ¿cada cuánto hay que practicarlo? Numerosos estudios concluyen que, para que los beneficios se noten, hay que tener relaciones como mínimo tres veces por semana.
¿Aún duda? No vamos a convencerlo, pero no negará que muchas parejas, pasados unos años de matrimonio, comienzan a engordar y es allí cuando aparecen los rollos en ellas y la panza chelera en ellos.  Es justamente en esa etapa que, por la rutina y las preocupaciones cotidianas, baja la frecuencia sexual. ¿Casualidad?
No en vano el argot popular ha creado una frase que resume con precisión lo que venimos diciéndole. Nos referimos a la famosa “Dieta del lagarto”. ¿La recuerda?
Guía de calorías
-Durante una relación sexual de veinte minutos se consumen entre 150 y 200 calorías, el equivalente a caminar o subir y bajar escaleras.
- Besar quema de 120 a 135 calorías por hora (2 a 5 calorías por minuto), lo que significa que si se besa durante 20 minutos todos los días, en un año se habrán quemado 36.500 calorías y perdido 5 kilos.
- El juego previo  ayuda a gastar 25 calorías como mínimo, por lo que vale la pena prolongarlo lo más posible.
- Durante el acto sexual se queman de 50 a 100 calorías en promedio.
- En cada orgasmo, se eliminan entre 60 y 100 calorías.
Tips anticalóricos
*A posturas más complicadas y mayor movimiento e intensidad, más gasto calórico.
* Repasar las posiciones del Kamasutra, que suelen ser algo complicadas y, por tanto, más efectivas para perder peso.
* Entrenar para obtener tono y fuerza muscular.  Ayudará a poder mantener las posiciones placenteras.
*  Tener una buena flexibilidad también es esencial. Para eso, practicar ejercicios como yoga, pilates y stretching