Hay matrimonios que llevan la marca del divorcio incluso desde antes de haberse celebrado la boda. Tal vez el suyo sea uno de ellos. Sépalo.
No es por falta de amor ni porque exista un tercero en discordia. Simplemente hay matrimonios que están destinados al fracaso casi desde el principio por circunstancias que, a primera vista, no tienen nada que ver con el divorcio. Anneli Rufus, autora de varios libros y columnista de The Daily Beast, da una lista de esas cosas que permiten predecir un divorcio como quien predice el clima.
1. Matrimonio temprano
Si usted es una mujer que se casó antes de los 18 años, su matrimonio tiene un 48% de posibilidades de terminar en divorcio en los próximos diez años. El riesgo baja a 29% para las mujeres que se casan entre los 20 y 24 años. Y baja más, hasta el 24 %, si lo hacen después de los 25 años.
2. Quiere un bebé y él no
Si usted quiere un hijo (sea el primero o uno más) mucho más que su esposo, su matrimonio tiene el doble de posibilidades de terminar que en una pareja en la que ambos quieren o no quieren un hijo en la misma proporción. ¿Por qué? Porque eso le generará un profundo descontento con su relación y las mujeres tienden, más que los hombres, a resolver ese descontento con una separación.
3. Dos hijos sí, dos hijas no
Un estudio de la economista Kristin Mammen, de la Universidad de Columbia, relacionando el sexo de los hijos con los niveles de divorcio, descubrió que si una pareja tiene dos hijos, tiene un 36,9% de acercarse al divorcio, pero si son dos hijas, ese riesgo sube al 43,1%.
4. Menos machote, mejor
Si usted es un hombre con un alto nivel de testosterona, tiene 43% más de posibilidades de divorciarse. La hípermasculinidad no es precisamente un signo de adaptabilidad, sobre todo en estos días, cuando la mejor herramienta para un matrimonio exitoso no es la división extrema y estereotipada de los roles femenino y masculino, sino más bien una convergencia.
5. Sonrisas del pasado
Si usted nunca sonrío para la foto desde muy joven, está más cerca del divorcio que quienes sí lo hicieron. Estudios que relacionaron las fotos de los anuarios escolares y otras fotografías de la vida temprana de la gente, con los índices de divorcio, descubrieron que la gente optimista (algo que se evidencia en las sonrisas juveniles) tiene más facilidad de llevarse bien con la gente, incluyendo al cónyuge que le toque.
6. La muerte de un hijo
Si un hijo suyo falleció después de la vigésima semana de embarazo, durante la labor de parto o muy poco después, el riesgo del divorcio sube un 40%. Pocas catástrofes llevan a las relaciones de parejas a un caos tan terrible: acusaciones mutuas, sentimientos de culpa y dolor. Es difícil resanar los vínculos en esas circunstancias.
7. Males que separan
Si usted es una mujer recientemente diagnosticada con cáncer o esclerosis múltiple, tiene seis veces más posibilidades de divorciarse que si fuera su esposo el que hubiera sido diagnosticado. Los estudios demuestran que los varones tienden a abandonar más a sus esposas enfermas que al revés. Tal vez porque la mujer tiene un mayor sentido de la abnegación o porque, al priorizar su trabajo, ellos tienden a descuidar a quien los necesita más que nunca en esos momentos.
8. Lo bueno del daño cerebral
No, no es un sarcasmo. Si usted o su esposo(a) han sufrido un daño cerebral severo, tiene un bajo riesgo de divorciarse: apenas 17%. Esto es una buena noticia considerando el alto índice de divorcios asociados a enfermedades y eventos traumáticos.
9. La raza cuenta
Si usted es una mujer caucásica y está separada físicamente de su esposo, hay un 98% de posibilidades de que se divorcie antes de seis años de la separación. Si es hispana, la posibilidad baja a un 80%. Y si es afroamericana, al 72%.
En general, la raza también es un factor de importancia en los índices de divorcio. Si usted es una mujer afroamericana, su primer matrimonio tiene un 47% de posibilidades de terminar en divorcio en sus primeros diez años. Si es una mujer caucásica, la posibilidad baja a un 32%. Si es asiática, a apenas un 20%.
10. Oficios peligrosos
Si usted es bailarín(a) o coreógrafa(o), tiene 43,05% más posibilidades de divorciarse que si es matemático (19,15%). Michael Aamodt, de la Universidad de Radford, desarrolló una fórmula para calcular el posible éxito o fracaso de los matrimonios de acuerdo a la carrera de los cónyuges. Las ocupaciones con menor riesgo de divorcio son las de agricultor (7,63%), los ingenieros nucleares (7,29%) y los optometristas (4,01%). ¿Por qué? Estas son solo cifras frías. Las razones serían materia de un estudio aparte
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