martes, 20 de marzo de 2012

EL PROBLEMA DE LA CORRUPCION/


DEFINICION
Una de las tareas más difíciles es definir la corrupción. Esto se debe a que al hablar de corrupción se involucran las dimensiones éticas y morales del problema, y por consiguiente, no es fácil desligarla de temas como cultura y educación. Adicionalmente, frecuentemente estamos interesados en la corrupción en el sector público, por lo que los temas de políticas públicas no pueden dejarse de lado. Sin embargo, para poder estudiar la corrupción y establecer sus causa, consecuencias y costos, y además proponer mecanismos para atacarla, es necesario establecer un marco metodológico.
En este contexto, y siguiendo a Susan Rose-Ackerman, profesora de economía en Yale y uno de los académicos que más ha estudiado el tema, definiremos corrupción como el soborno a un funcionario público que detenta poder sobre la distribución de beneficios o costos públicos, por parte de un individuo u organización del sector privado. Evidentemente, esta definición es limitada y deja de lado muchos de las dimensiones mencionadas del problema y excluye, por ejemplo, la corrupción en el sector privado
Determinantes de la Corrupción
Un marco analítico conveniente para analizar la corrupción, es pensarla como una ecuación donde por un lado tenemos el nivel de corrupción, que es la variable que queremos explicar, y por el otro lado tenemos los determinantes de dicho nivel, tales como la moral o ética de las partes involucradas, el nivel de beneficios que pueden obtener los agentes que toman parte en la transacción, el riesgo involucrado y el poder de negociación tanto del funcionario público como del actor privado. Por supuesto, estos determinantes son afectados por el marco institucional prevaleciente en una sociedad. A primera vista, este análisis puede parecer excesivamente simplificado, pero demostrará su utilidad al analizar algunas maneras de combatir la corrupción.
La moralidad y ética de las partes involucradas afecta directa e inversamente el nivel de corrupción. A mayor nivel de moralidad menor nivel de corrupción y viceversa. En la medida que una o más de las partes se enfrente a dilemas de tipo ético al momento de emprender un acto corrupto, las posibilidades de ese acto disminuyen. Es obvio el papel de la educación y la cultura en la lucha contra la corrupción. Por otra parte, si el nivel de beneficios esperado neto (se descuenta los posibles costos de ser descubierto) que pueden obtener las partes de un acto corrupto es elevado, la transacción tendrá un mayor chance de llevarse a cabo.
Si el riesgo de ser descubierto es elevado y el castigo es acorde a la falta cometida, el nivel de corrupción debería ser menor. Esto pone en evidencia la importancia de los mecanismos de fiscalización como armas para combatir la corrupción y el funcionamiento del sistema judicial. Finalmente, el poder de negociación de las partes involucradas afectará el nivel de corrupción, dependiendo de quien y cuanto poder posean tanto el funcionario público como el actor privado. Por ejemplo, si un funcionario público es amenazado con ser denunciado por la parte privada que participa en un acto corrupto, luego el poder de negociación de dicha parte aumenta y la corrupción se incrementa debido a la extorsión.
Mención especial merece el marco institucional. Diferentes sociedades tienen diferentes formas de organizarse dependiendo de factores culturales, herencia histórica, etc. En la medida en que las instituciones desarrolladas por la sociedad son más transparentes la incidencia de actos corruptos será menor. Por el contrario, una sociedad que basa su organización e instituciones en función de la discreción de sus miembros, la corrupción será más probable. El marco institucional debe tenerse en cuenta en el diseño de medidas para atacar la corrupción, puesto que algunos correctivos pueden ser efectivos en ciertas formas de organización, mientras que en otras sociedades pueden no funcionar.
Costos de la Corrupción
Uno de los temas más debatidos es como medir el nivel de corrupción. Dada la naturaleza ilegal y secreta de transacciones corruptas es prácticamente imposible la tarea de calcular cuanto es y cuanto cuesta la corrupción. Por esta razón, la medida por excelencia ha sido la percepción a través de encuestas. Sin embargo, este indicador puede ser discutible. Una vez que se ha establecido el hecho de que la percepción de corrupción es alta, es muy difícil medir cambios en dicha percepción. No obstante, algunas aproximaciones pueden ayudar a establecer consecuencias y costos de actividades corruptas. Por ejemplo, en la literatura microeconómica es común hablar de los costos de transacción. La corrupción puede incrementar dichos costos y en muchos casos aumentar la carga impositiva de los contribuyentes. Sin un contratista tiene que sobornar a un funcionario para que le adjudiquen un contrato, es lógico que pensar que el monto pagado se transferirá al costo de la obra y que en última instancia financian los contribuyentes.
Es interesante destacar que algunos autores sostienen un argumento contrario. En un ambiente de alta regulación e intervención estatal la corrupción puede traer beneficios en la medida que acelera trámites y reduce costos de transacción (especialmente en tiempo). Sin embargo, esta tesis puede ser peligrosa porque destaca a la corrupción como una posible solución a un problema, cuando la verdadera solución es reducir la elevada regulación e intervención estatal.
Otro costo de la corrupción es su efecto sobre la eficiencia económica. En la medida en que no existen "precios" y transparencia en los actos corruptos, la asignación de recursos a diferentes actividades económicas se hace en base a criterios que poco tienen que ver con eficiencia. Así por ejemplo, un contracto asignado mediante un soborno, tenderá a descartar otros criterios de decisión como el uso de la mejor tecnología o la escogencia del mejor proveedor del bien o servicio.
Si bien estos costos son considerados los más importantes existen otra serie de externalidades negativas que merecen ser estudiadas. La corrupción afecta las cuentas fiscales en la medida en que incrementan el gasto público (sobrecostos de obras, robo de equipos, etc.) y reduce los ingresos (por ejemplo, a través del pago ilegal para reducir o evadir impuestos). También afecta el nivel ético de la sociedad en su conjunto. En la medida en que la corrupción se generaliza, los escrúpulos éticos se van perdiendo. Algunos autores destacan el efecto negativo de la corrupción en la inversión privada, especialmente la extranjera como consecuencia de los altos costo de operación que se perciben en un ambiente corrupto. Altos niveles de corrupción también pueden tener efectos regresivos sobre la distribución del ingreso y socavar la legitimidad del gobierno.
Medidas para Atacar la Corrupción
Indudablemente la medida que más y mejor contribuye a reducir la corrupción es la reforma del sector público, especialmente el poder judicial. Si pensamos en términos de los determinantes de la corrupción discutidos anteriormente, la reforma del sector público puede afectar las oportunidades de corrupción en la medida que reduce los posibles beneficios que pueden ser obtenidos, incrementa los riesgos de ser descubierto y disminuyendo el poder de negociación de los funcionarios públicos. Por ejemplo, la privatización de empresas públicas, elimina posibilidades de corrupción, ya que suprime los beneficios que sus empleados pueden obtener al tratar con proveedores, contratistas y clientes.
Aparte de las recomendaciones más evidentes como reducir el tamaño del Estado, reformar el poder judicial y eliminar las funciones del Estado que deben ser llevadas a cabo por el sector privado, existen una serie de recomendaciones que pueden minimizar la incidencia de la corrupción. Entre ellas tenemos la promoción de la transparencia en las transacciones públicas, especialmente aquellas que involucran decisiones presupuestarias, el establecimiento de reglas claras a fin de evitar interpretaciones para beneficio individual, y la simplificación de los procesos para minimizar las "habilitaciones" que son comunes en muchas oficinas públicas. De igual forma es importante reformar la forma en que el Estado interviene en la economía a fin de evitar discreción por parte de funcionarios públicos.
En la misma dirección, y como medida para incrementar el riesgo de ser descubierto en actos de corrupción, la creación y el fortalecimiento de las agencias externas de control juega un papel importante. En este sentido, el fortalecimiento institucional de organismos como la contraloría y la fiscalía pueden contribuir en la lucha contra la corrupción. Esto requiere dotar a estos organismos de recursos humanos calificados y la autoridad necesaria para monitorear a otras agencias gubernamentales. Otra reforma importante, es la referente a las penalidades aplicadas a las personas que son descubiertas en actos de corrupción. El castigo debe ser acorde a la gravedad del acto, de esa forma los involucrados en transacciones ilícitas lo pensaran dos veces antes de incurrir en un acto corrupto.
Se ha destacado anteriormente que el nivel moral de las partes involucradas en transacciones públicas afectan las probabilidades de corrupción. En este sentido, el sistema educativo debe diseminar valores morales y éticos que pongan de manifiesto los costos que para la sociedad en su conjunto conlleva la corrupción. Finalmente, la divulgación y el estudio del tema de la corrupción son fundamentales. La realización de seminarios y conferencias, así como la investigación son importante fin de promover la discusión del tema.
Referencias
  • Rose-Ackerman, Susan. Corruption and Development. The World Bank 1997.
  • Johnston, Michael. What Can Be Done About Entrenched Corruption?. The World Bank 1997.
  • Rosen, Sherwin and Bruce Weinberg. Incentives, Efficiency, and Government Provision of Public Services. The World Bank 1997.

No hay comentarios:

Publicar un comentario