lunes, 15 de octubre de 2012

Vergüenza negativa: personas dominadas por ella


Vergüenza negativa: personas dominadas por ella
Una mujer de treinta años ha consultado a tres psicólogos en los últimos cinco años. Su queja siempre ha sido la misma: "No importa ya lo que haga, no importa lo que lea o con quien hablo, el caso es que siento que no valgo nada. Estoy segura que nadie podría amarme jamás porque no tengo ninguna cualidad. Me siento totalmente fracasada. Me odio."
Un hombre de mediana edad carece de una identidad propia. Se esfuerza por complacer a todas las personas con las que se trata de ser como ellas quieren que sea. Usa tan bien una máscara afable, que incluso ni él mismo sabe lo que pasaría si se despojara de ella. Cree que si los demás pudieran ver a través de su máscara, descubrirían que no vale nada y que es un ser repulsivo, Está convencido de que no querrían volver a verlo. Esa carencia de identidad se traduce en una viciosa dependencia de artificios.
La vergüenza crónica e implacable es devastadora. No tiene ningún parecido con la vergüenza normal y sana descrita en la sección anterior. Para las personas que se dejan dominar por ella es muy difícil curarse. Atrapadas en sentimientos de devaluación, inadecuación y desesperación dudan de su propio valor como seres humanos. Se juzgan a sí mismas sin piedad, y frecuentemente tratan de ser perfectas en un intento desesperado por librarse de la vergüenza.
¿Cómo es el proceso por el cual las personas se convierten en seres dominados por la vergüenza? La respuesta más honesta es que nadie sabe exactamente qué atrapa a estos individuos en este dominio.
Cierto, muchas personas crecen en familias en las que las humillaciones, ataques personales y amenazas de abandono son cosa de todos los días. Otros, como adultos, se encuentran atrapados en relaciones enfermizas de vergüenza con sus parejas o jefes y poco a poco van perdiendo su autoestima. Cualquiera que sea el origen histórico o inmediato de la vergüenza, las personas que están dominadas por ella han aprendido a humillarse a sí mismas repetidamente. Generalmente creen que los demás las desprecian. Sin embargo, la clave es que se desprecian a sí mismas más de lo que pueda hacerlo cualquier otro.
Exploraremos las diferentes fuentes de la vergüenza en una sección posterior. El propósito de esta sección es describir las conductas y pensamientos de las personas dominadas por ella. También señalaremos los diferentes mecanismos que usan para sobrevivir

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