sábado, 27 de agosto de 2011

La empatía en la relación de pareja

Por Stuart Oblitas
Psicólogo, psicoterapeuta*

Entre las personas que comparten una relación de pareja y están atravesando una mala época es habitual quejarse de la falta de comprensión que el otro demuestra hacia las propias necesidades, deseos o ilusiones.
En algunos casos eso puede ocurrir incluso desde el principio de la relación. En menor número de ocasiones, uno de los miembros de la pareja reconoce no comprender al otro, admite no entender sus motivaciones ni objetivos, sintiéndose desconcertado/a y sin saber cómo actuar.
En general, lo que ocasiona esta sensación de incomprensión o desconcierto es la ausencia de una habilidad de comunicación muy importante para vivir en pareja: la empatía.
Imagínese por unos momentos que llega usted del trabajo, cansado y decepcionado porque le ha fallado un asunto en el que había depositado bastantes esperanzas, y le explica a su compañero/a lo ocurrido. Él o ella apenas le escucha, va asintiendo despreocupadamente, casi sin mirarle, y al poco tiempo sigue con lo que estaba haciendo mientras silba un tono. Es natural que en esa situación se sienta usted incómodo, enfadado y considere inapropiada tal actitud.
Si analizamos lo ocurrido, podemos comprobar que lo que aquí ha fallado ha sido la capacidad de su pareja para ponerse en su lugar, para intentar sentir lo que usted siente, para comprenderlo, en suma. Su pareja no ha utilizado su capacidad de empatía y quizá no esté habituado a hacerlo.
Aisladamente, una situación así no tendría demasiada importancia. El problema es cuando esa falta de habilidad para la empatía entre los miembros de una pareja es frecuente y a la larga conlleva otros problemas, como la frialdad, el distanciamiento o la incomunicación.
En el caso de la relación de pareja, la capacidad de empatía suele disminuir en épocas de tensión. Si ambas son personas sensibles, seguirán experimentando durante un tiempo los sentimientos del otro, pero paulatinamente dejarán de mostrárselos, y más adelante ni siquiera se molestarán en ponerse en el lugar del otro.
La empatía es bastante fácil y espontánea cuando las cosas van bien, pero requiere esfuerzo y dedicación cuando van mal.
Por una parte, decimos que la empatía es la capacidad para experimentar lo que el otro siente como si fuera propio, y, por otra, la capacidad para comunicarle que conocemos cómo se siente
Aprender a ver el mundo a través de los ojos de su compañero/a facilita sobremanera el bienestar de la relación, propicia la unión, favorece la intimidad y permite la comprensión.

*Clínica del Hombre del Inppares
informes@inppares.org

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